ALTERIDAD.
Lo primero que vamos a hacer es determinar el origen etimológico del término
alteridad que ahora nos ocupa. En este sentido tenemos que establecer
que procede del latín, concretamente de la palabra “alteritas”, que es
fruto de la suma de dos componentes: “alter”, que puede traducirse como
“otro”, y el sufijo “-dad”, que se usa para indicar “cualidad”.
Alteridad es la
condicion de ser otro. El vocablo
alter refiere al
“otro” desde la perspectiva del
“yo”. El concepto de alteridad, por lo tanto, se utiliza en sentido filosófico para nombrar al
descubrimiento de la concepción del mundo y de los intereses de un “otro”.
EMPATIA.
Esta palabra deriva del término griego empátheia, recibe también el nombre de inteligencia interpersonal (término acuñado por Howard Gardner) y se refiere a la habilidad cognitiva de una persona para comprender el universo emocional de otra.
SIMPATIA.
En algunos casos, el origen etimológico de una palabra ya ofrece su definición precisa. Eso es lo que ocurre con simpatía, que proviene del latín simpathia. Este vocablo, a su vez, deriva de un concepto griego que significa “comunidad de sentimientos”.
La simpatía, por lo tanto, es aquella
inclinación afectiva que existe entre dos o más
personas. Por ejemplo:
“Existe una gran simpatía entre ella y yo”,
“Marcos y Abel no se tienen simpatía”.
VOLUNTAD DE VIVIR.
La voluntad de vivir es una fuerza psicológica que luchar por la
supervivencia visto como un proceso importante y activa de razonamiento
consciente e inconsciente. Esto ocurre sobre todo cuando la propia vida
se ve amenazada por una lesión o enfermedad grave. La idea de que
alguien que está en el umbral de la muerte puede consciente o
inconscientemente tratar de mantenerse con vida a través de la creencia
de que tienen una razón o un motivo para vivir, junto con el abandono de
la voluntad de vivir. Existen correlaciones significativas entre la
voluntad de vivir y fuentes existenciales, psicológicas, sociales y
físicas de angustia. El concepto de la voluntad de vivir se puede ver
como directamente afectado por la esperanza. Muchos, que supera las
experiencias cercanas a la muerte sin explicación, se han descrito los
conceptos tales como la voluntad de vivir como un componente directo de
su supervivencia. La diferencia entre el deseo de morir en comparación
con el deseo de vivir es también un factor de riesgo único para el
suicidio.
FUENTES: http://centrodeartigo.com/revista-digital-educacion-tecnologia-educativa/contenido-8579.html
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